miércoles, 30 de enero de 2013

Biodanza y el Principio Biocéntrico


El Principio Biocéntrico es el gran paradigma de la Biodanza. Este principio tiene como punto de partida la vivencia de un universo organizado en función de la vida. Todo cuanto existe en el universo, sean elementos, astros, plantas o animales, incluyendo al Ser Humano, son componentes de un sistema viviente mayor. “El universo existe porque existe la vida y no a la inversa”, como dice Rolando Toro.
Según el Principio Biocéntrico “toda vida es sagrada”. En Biodanza las personas viven en el aquí-ahora eterno. El tiempo marcado por las horas del reloj es apenas un tiempo convencional, un tiempo inventado, no vivido. Toda la realidad es sagrada para las personas en Biodanza. Cuando la vida no es sagrada ni tiene valor intrínseco, se la puede destruir, torturar, explotar, humillar. El Principio Biocéntrico rechaza, con la más absoluta decisión, las mentiras culturales que hacen de la vida algo banal, sin importancia, sin sentido incluso. Según este principio, hoy en día es más importante la cultura, la tecnología, el confort, el status y el poder económico, que la vida misma y basándonos en esto funda sus principios en el respeto a la Vida, en el goce de vivir, el derecho a amar y ser amado.
Pero hablar de lo sagrado no significa hablar de rituales místicos o esotéricos. Lo sagrado se da en cualquier circunstancia en que la vida se hace presente. Toda  vida es sagrada. Cuando las personas están conectadas con amor todo lo que sucede a su alrededor es sagrado: un paseo por el bosque o una tarde de trabajo, un encuentro fugaz con una persona desconocida o el encuentro íntimo de los cuerpos en la noche,  el placer de disfrutar de una gran cena o el mordisco a una jugosa manzana... Todo lo que se sucede en el momento presente es sagrado y desde ahí debemos entender nuestra existencia en este mundo.  
La Biodanza nos propone reforzar nuestra capacidad vivencial, a través de la música, entendida como lenguaje universal, y también del movimiento espontáneo que surge del ser.  Se busca despertar a una nueva sensibilidad, más vital, más afectiva, con nosotros mismos y con los otros.., integrar nuestro Ser disociado, llenar nuestro vacío existencial, renacer de nuestra nostalgia del amor y celebrar la poética del encuentro humano. Lo que el principio Biocéntrico postula es que busquemos la reconciliación con la vida en los gestos de la naturaleza, busquemos el contacto respetuoso con todo lo vivo, busquemos en el gesto amoroso con nosotros mismos, en las lágrimas que surgen como agua fresca y alivian o en la sonrisa que alegra el corazón. Busquemos la reconciliación con la vida en la mirada amorosa de nuestros congéneres, en la mano que nos contacta, en las energías que se entremezclan...

Esta meditación deriva en una técnica que consiste en estimular, crear y desarrollar vida en los demás, lo que genera vida en nosotros. En Biodanza, pretendemos recuperar la vida (sagrada) que se ha ido quedando en el camino, despedazada a trozos por miles de siglos de civilización, cultura, dogmas y ciencia. Recuperamos así la vitalidad, el placer, el deseo, la creatividad, el afecto, el amor y el Ser. Fuente inagotable de salud.