El Principio Biocéntrico es
el gran paradigma de la Biodanza. Este principio tiene como punto de
partida la vivencia de un universo organizado en función de la vida. Todo
cuanto existe en el universo, sean elementos, astros, plantas o animales,
incluyendo al Ser Humano, son componentes de un sistema viviente mayor. “El
universo existe porque existe la vida y no a la inversa”, como dice Rolando
Toro.
Según el Principio Biocéntrico “toda vida es sagrada”. En Biodanza las personas viven en el aquí-ahora eterno. El tiempo marcado
por las horas del reloj es apenas un tiempo convencional, un tiempo inventado,
no vivido. Toda la realidad es sagrada para las personas en Biodanza. Cuando la
vida no es sagrada ni tiene valor intrínseco, se la puede destruir, torturar,
explotar, humillar. El Principio Biocéntrico rechaza, con la más absoluta
decisión, las mentiras culturales que hacen de la vida algo banal, sin
importancia, sin sentido incluso. Según este principio, hoy en día es más
importante la cultura, la tecnología, el confort, el status y el poder
económico, que la vida misma y basándonos en esto funda sus principios en el
respeto a la Vida, en el goce de vivir, el derecho a amar y ser amado.
Pero hablar de lo sagrado no significa hablar de
rituales místicos o esotéricos. Lo
sagrado se da en cualquier circunstancia en que la vida se hace presente.
Toda vida es sagrada. Cuando las
personas están conectadas con amor todo lo que sucede a su alrededor es sagrado:
un paseo por el bosque o una tarde de trabajo, un encuentro fugaz con una
persona desconocida o el encuentro íntimo de los cuerpos en la noche, el placer de disfrutar de una gran cena o el
mordisco a una jugosa manzana... Todo lo que se sucede en el momento presente es
sagrado y desde ahí debemos entender nuestra existencia en este mundo.
La Biodanza nos propone reforzar nuestra capacidad vivencial, a
través de la música,
entendida como lenguaje universal, y también del movimiento espontáneo que surge del ser. Se busca despertar a una nueva
sensibilidad, más vital, más afectiva, con nosotros mismos y con los otros..,
integrar nuestro Ser disociado, llenar nuestro vacío existencial, renacer de
nuestra nostalgia del amor y celebrar la poética del encuentro humano. Lo que
el principio Biocéntrico postula es que busquemos la reconciliación con la vida en
los gestos de la naturaleza, busquemos
el contacto respetuoso con
todo lo vivo, busquemos en el gesto
amoroso con nosotros mismos, en las lágrimas que surgen como agua fresca y
alivian o en la sonrisa que alegra el corazón. Busquemos la reconciliación con la vida en la mirada amorosa de
nuestros congéneres, en la mano que
nos contacta, en las energías que se entremezclan...
Esta meditación deriva en una técnica que consiste en
estimular, crear y desarrollar vida en los demás, lo que genera vida en
nosotros. En Biodanza, pretendemos recuperar la vida (sagrada) que se ha ido
quedando en el camino, despedazada a trozos por miles de siglos de civilización,
cultura, dogmas y ciencia. Recuperamos así la vitalidad, el placer, el deseo,
la creatividad, el afecto, el amor y el Ser. Fuente inagotable de salud.